DENOMINACIONES DE ORIGEN

La viticultura en Tarragona tiene siglos de antigüedad, remontándose al Imperio Romano. En los restos arqueológicos de la zona se han encontrado las míticas ánforas utilizadas para almacenar y transportar vino en la antigüedad.

En el siglo I d.C., desde Tarraco, capital y centro político de Hispania e importante puerto comercial, partían numerosos barcos cargados de ánforas llenas de vino hacia Roma, la capital del Imperio, así como hacia la Galia, Alemania y Britania. En nuestra época, la DO Tarragona se creó en 1945, inicialmente para proteger los vinos de licor, los llamados Tarragona Clásicos. Más tarde se protegieron también los vinos secos y semidulces. El área de producción de la DO Tarragona consta de dos zonas: Camp de Tarragona y Ribera d’Ebre, con predominio de uvas blancas (83%) frente a las negras (17%). Los vinos blancos producidos en el Camp de Tarragona son muy suaves, equilibrados, aromáticos y afrutados. En la Ribera d’Ebre son de color más intenso. Los vinos rosados son frescos y de color cereza. Los vinos tintos de la Tarragona rural son firmes y aromáticos.
Los vinos tintos de la Ribera d’Ebre armonizan el cuerpo y el color de la Cariñena y la riqueza de la Garnacha. Además, su proximidad geográfica a otras regiones vinícolas como el Priorat, la Conca de Barberá o el Penedès, hace del Mas Boronat una base ideal para el enoturismo.